La Promesa de Esperanza y Alegría
A través del nacimiento de Jesús, se proclamó al mundo una promesa de esperanza y alegría (Lucas 2:10-11). Él es el Mesías largamente esperado, el Príncipe de la Paz y la Luz del Mundo. Su llegada anuncia la esperanza de la reconciliación con Dios y la alegría de conocerlo personalmente. Jesús vino a traer vida abundante y a guiarnos por el camino de la justicia.
Abrazando el Regalo
El regalo de la Navidad se ofrece gratuitamente a todos los que creen. Al aceptar a Jesús como nuestro Salvador y Señor, recibimos el regalo del perdón, un nuevo comienzo y la vida eterna (Romanos 6:23). Así como los pastores adoraron al Rey recién nacido, nosotros podemos responder a su amor ofreciendo nuestro corazón en agradecimiento y adoración.
Compartir el regalo
Mientras celebramos el regalo de Jesús, recordemos compartir esta buena noticia con los demás. La Navidad es una oportunidad para compartir el amor de Dios con familiares, amigos y vecinos. Al extender actos de bondad, generosidad y compasión, reflejamos el verdadero espíritu de la Navidad y demostramos el amor de Cristo a quienes nos rodean.